Había una vez, una niña que creció en una casa llena de creatividad. En cada rincón había costuras, hilos, cuadernos, lápices y colores que inspiraban nuevas ideas y que le hicieron entender que la creación no es solo hacer cosas bonitas, sino también compartirlas con los demás. Desde pequeña, le fascinaba el arte de crear y con sus manos transformaba objetos en personajes, historias y juegos que la transportaban durante horas a otros mundos.
Hoy, aunque mis manos crecieron, he vuelto a jugar. Mi casa es de nuevo un lugar plagado de juegos y momentos compartidos con mis pequeñas hijas y fue observarlas, escucharlas inventar historias y que me pidan que compartamos esos momentos lo que me hizo recordarme niña y entender lo importante que es el juego en la infancia, no solo como momento de entretenimiento sino como una herramienta poderosa para el desarrollo emocional y creativo.
Y es así como esa chispa creadora que estuvo tantos años esperando encenderse, finalmente empieza a tomar forma y se materializa con Había una vez, a través de juguetes que fomentan el juego compartido, sin reglas, sin condiciones, dejado a la libre imaginación de cada uno; para que muchos más niños puedan tener infancias colmadas de alegres momentos, muchos juguetes preferidos y una vida adulta llena de recuerdos hermosos como tengo yo.
![]() |
![]() |
![]() |
Pero no sólo somos pasado y presente, sino también futuro. Somos un emprendimiento cero basura ya que ni nuestros juguetes ni sus empaques generan desperdicios. Todo es reutilizable y reciclable. Nuestros materiales y procesos respetan la naturaleza y están pensados teniendo en cuenta su impacto a largo plazo. Es por ello también que hacemos nuestros juguetes de manera artesanal y buscamos proveernos de artesanos, costureras y otros emprendedores locales para fortalecer la economía regional. Queremos juguetes que no solo sean amistosos con los peques a los que se dirigen sino también con el entorno en el que viven. Y eso es lo que más nos une a nuestros clientes porque sabemos que, al igual que nosotros, valoran la calidad, la creatividad, el respeto por su entorno y sueñan con un mundo mejor y más igualitario.
Y colorín colorado, este cuento apenas ha comenzado ¡Gracias por sumarse a esta aventura!
Fer.-